Las Proyecciones en Tiempos Volátiles
Las inmovilizaciones repentinas y los mercados volátiles hacen que algunos cuestionen el valor de proyectar, cuando es entonces que su importancia se evidencia más. Las proyecciones no sólo ayudan a analizar un futuro supuesto, sino que al elaborarlas uno entiende el estado actual y capacidad de reacción de una organización.
Las proyecciones, especialmente las presupuestarias, aparentemente pueden volverse inútiles cuando repentinamente un gobierno declara inmovilización social. Muchas ventas que uno había esperado desaparecen ocasionando una súbita caída en los ingresos esperados. Así mismo, es usual que uno no sepa cuando es que el comercio se reanudará, dada las posibles extensiones de esas inmovilizaciones. En esas circunstancias, cuando el futuro supuesto en la que se basan las proyecciones cambia radicalmente, es fácil caer en el error de concluir que son inútiles.
Lo que no se toma en cuenta es que las proyecciones no son para predecir el futuro a exactitud, sino que son para tener una guía con que comparar y evaluar el progreso de una organización; y, para entender su estado presente. En el contexto actual, es el “entendimiento del estado presente” de una organización la que puede permitir a sus directivos conocer su capacidad de reacción. Al proyectar uno prioriza y programa gastos futuros, considerando sus dependencias con las operaciones e ingresos. Teniendo claro eso, cuando los ingresos proyectados cambian súbitamente, uno puede tomar decisiones de reducción de gastos o de endeudamiento, rápidas e informadas, evaluando su impacto inmediatamente. Esta capacidad de reacción rápida e informada es la que puede ser la diferencia entre la supervivencia y la insolvencia de la organización.